Cuando estamos centrados en el Amor naturalmente surge un estado de confianza y seguridad por lo que si me encuentro con un otro que tenga creencias distintas a las mias, simplemente puedo escucharlo y reconocer que el otro también es una divinidad igual que yo y está creando su propia realidad, es el director de su película y así la está creando. Lo reconozco como un creador de realidades igual que yo. Permanezco en Paz, no necesito hacerlo cambiar de idea pues así como el crea su realidad, yo creo la mía. Existen tantas realidades como consciencias habitan este universo. Y el Amor que siento por ese ser, sigue existiendo porque el Amor es mío y no depende de nada más que de sentirlo yo mismo. Y entonces lo puedo entregar sin pedir nada a cambio. Pues estoy segura, en paz con lo que Yo Soy.